Debates: Crimen Organizado en el Cono Sur

Expertos en criminología reconocieron que en Latinoamérica no solo crece la criminalidad sino que aumenta, también, la impericia de los gobiernos para detenerla. “Advertimos una brecha muy grande entre cuán criminales somos y cuán preparados estamos para combatirlo”, dijo el jefe de la Oficina Regional Andina de la Iniciativa Global Felipe Botero durante el encuentro Crimen Organizado en el Cono Sur, organizado por el  Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia (CELIV-UNTREF) y la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Trasnacional (GI-TOC).





















Para iniciar el debate el director del CELIV, Marcelo Bergman, presentó en detalle su investigación y destacó que no se puede eliminar el crimen organizado, "se debería  plantear una estrategia para que el negocio no sea tan grande, restringir su impacto negativo, contenerlo y lograr que no produzca violencia”, aseguró el académico. Una posible estrategia  es reducir los precios de productos lícitos e ilícitos y que sus valores sean más parecidos a los del mercado legal. "Hay que buscar tres cosas: que el negocio no sea grande, que no existan grupos dominantes en el crimen organizado y evitar la diversificación criminal”, insistió el investigador de la UNTREF.


Según el Índice debatido los delitos financieros ocupan el primer puesto y son la forma más extendida y predominante de actividad criminal en todo el mundo, delante de los mercados en torno al ser humano y del aumento del comercio de cocaína y de drogas sintéticas. 

Representantes de Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Trasnacional (GI-TOC) expusieron sus hallazgos. El jefe de la Oficina Regional de Global Initiative. Felipe Botero, aseguró que “estamos en un mundo más criminal en el que la capacidad del Estado para hacerle frente disminuyó notoriamente (...) y existe una brecha muy grande entre cuán criminales somos y cuán preparados estamos para combatirlo”.

Al mismo tiempo, la jefa de gobernanza de GI-TOC Livia Wagner sostuvo que “la diversificación del crimen organizado es una realidad. Tráfico de armas, de dinero, de drogas, la lucha por los dominios territoriales hacen que la situación sea cada vez más complicada para los Estados”. Además, agregó que los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado deberían trabajar en forma colaborativa para combatir la criminalidad.

El subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia de la Nación Alberto Nanze, fue parte de la mesa debate, resaltó la importancia de estos encuentros y la elaboración de los índices para poder ofrecer información y trabajar en sus mejorar. En su exposición, Nanze aseguró que  sociedad desconfía de la justicia, es una justicia que debe modificarse de forma cualitativa y cuantitativa para pelear contra el crimen organizado. Entre algunos ejemplos expuestos, el funcionario sentenció que "no existe consenso en las personas en cooperar con el sistema, no se prestan para ser testigos o no realizan las denuncias que se deberían hacer ante ciertos casos". 

Los expertos aseguraron que son temas latentes, que seguirán trabajando y profundizando en futuros debates. Además anunciaron que se espera para fines de 2024 un nuevo informe que demuestra que el crimen organizado sigue siendo un reto profundo en todo el mundo.